La leishmaniosis es causada por un parásito microscópico (Leishmania infantum) y se transmite a través de la picadura de un mosquito muy pequeño llamado flebótomo. No se transmite directamente entre perros ni por contacto. Una vez infectado, el parásito puede permanecer latente o causar una enfermedad multisistémica si no se detecta a tiempo.
Esta enfermedad es endémica en muchas zonas de España, especialmente en áreas cálidas y húmedas como Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia o Andalucía. En Barcelona y su área metropolitana, la leishmaniosis es una amenaza real, sobre todo durante los meses de primavera y verano, cuando los mosquitos están más activos.
La leishmaniosis no se transmite por contacto directo entre perros ni de perros a humanos de forma habitual. Solo en casos muy excepcionales y en personas inmunodeprimidas se han descrito transmisiones. Aun así, prevenir la picadura del mosquito es clave para cortar la cadena de contagio y proteger tanto a los perros como a su entorno.
Los primeros signos pueden pasar desapercibidos. Muchos perros infectados muestran pérdida de peso sin causa aparente, fiebre persistente, fatiga o falta de apetito. Si tu perro parece estar decaído durante varios días, es fundamental hacerle una revisión y una prueba de detección de leishmaniosis.
Con el avance de la enfermedad, aparecen problemas dermatológicos típicos como heridas que no cicatrizan, pérdida de pelo en el contorno de los ojos, caspa seca o uñas que crecen de forma anormal. Estas señales externas suelen ser la pista más visible de que el sistema inmunológico está comprometido.
En fases avanzadas, la leishmaniosis puede afectar órganos internos como los riñones, el hígado o el sistema inmunitario, provocando vómitos, anemia, sangrado nasal o fallo renal. En estos casos, el pronóstico depende del diagnóstico precoz y del tratamiento adecuado. En Bestioles actuamos rápido para estabilizar al paciente y evitar complicaciones mayores.
El diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre específico (ELISA o test rápido) que detecta los anticuerpos contra la Leishmania. En algunos casos, también realizamos pruebas complementarias como proteinogramas, análisis de orina o PCR para valorar el estado del sistema inmunitario y de los órganos internos.
En Clínica Bestioles contamos con pruebas de diagnóstico rápido que ofrecen resultados en pocos minutos. Esto nos permite tomar decisiones rápidas y comenzar el tratamiento sin demoras. Nuestro objetivo es siempre actuar antes de que la enfermedad avance y cause daños irreversibles.
El tratamiento suele combinar antimoniales (como el Glucantime) y alopurinol, que ayudan a controlar la proliferación del parásito. En algunos casos, también se pueden utilizar inmunomoduladores o tratamientos alternativos. Es importante seguir el protocolo completo y evitar interrupciones para que el tratamiento sea efectivo.
El tratamiento suele durar varias semanas o meses, y el seguimiento es fundamental para controlar la respuesta clínica y los posibles efectos secundarios. Aunque la enfermedad no siempre se elimina por completo, se puede mantener controlada y muchos perros llevan una vida totalmente normal con revisiones periódicas.
Actualmente, no existe una cura definitiva para la leishmaniosis, pero sí se puede controlar eficazmente. Con un tratamiento adecuado y un buen seguimiento, la mayoría de los perros infectados logran una excelente calidad de vida y conviven con la enfermedad sin complicaciones graves durante muchos años.
Muchos perros diagnosticados con leishmaniosis viven una vida completamente normal si reciben atención veterinaria y controles adecuados. El diagnóstico no significa que tu perro esté condenado, sino que necesita cuidados específicos. En Bestioles nos implicamos en cada caso para ofrecer soluciones reales y adaptadas.
Los perros con leishmaniosis deben visitar al veterinario cada 3-6 meses para control de analíticas. Además, recomendamos una alimentación renal o hipoalergénica, según la afectación del animal. Suplementos como omega-3 o complejos vitamínicos también pueden ayudar a reforzar su sistema inmunológico y mejorar su bienestar general.
La prevención consiste en evitar la picadura del mosquito con collares repelentes (como Seresto o Scalibor), pipetas mensuales y sprays específicos. Estos productos reducen el riesgo de infección de forma significativa. En Bestioles te ayudamos a elegir la mejor opción para tu perro según su estilo de vida y entorno.
Sí, existen vacunas preventivas contra la leishmaniosis que estimulan el sistema inmunológico del perro para defenderse mejor del parásito. Aunque no garantizan protección absoluta, combinadas con repelentes y revisiones periódicas son una herramienta muy eficaz para reducir la gravedad de la enfermedad.
Si vives en Barcelona o zonas cercanas a parques, ríos o zonas húmedas, es fundamental reforzar la prevención entre marzo y octubre. No dejes a tu perro fuera por la noche y mantén puertas y ventanas protegidas con mosquiteras. En Bestioles diseñamos un plan preventivo personalizado para cada peludo.
Hemos tratado decenas de casos de leishmaniosis en perros con perfiles muy distintos. Desde cachorros recién diagnosticados hasta animales mayores con enfermedad avanzada, adaptamos cada tratamiento a las necesidades del paciente y su familia. En Bestioles no hay protocolos genéricos: hay atención individualizada y compromiso total.
Sabemos lo que significa recibir un diagnóstico de leishmaniosis. Por eso, acompañamos a cada tutor en todo el proceso: desde la primera sospecha hasta el seguimiento a largo plazo. Explicamos cada paso con claridad, ofrecemos soluciones y estamos disponibles siempre que nos necesites.
Si notas síntomas como pérdida de peso, apatía o heridas en la piel, llámanos sin compromiso. Nuestro equipo está preparado para atenderte de forma rápida y ayudarte a proteger a tu mascota. La detección precoz es la mejor herramienta contra esta enfermedad silenciosa.
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